El monumento estaba en obras de restauración y se cree que el fuego se generó de ellas, pero es sólo una de las hipótesis.
Los inconmensurables daños son irreparables, pero tanto el Primer Ministro francés, la alcaldesa de París, la UNESCO y particulares (como la familia Arnault, por ejemplo) van a hacer todo lo posible para que Nôtre-Dame pueda resurgir como el ave fénix. Dar las gracias desde aquí al cuerpo de bomberos de París, gracias a ellos, a su valor al entrar dentro del templo en llamas, arriesgando sus vidas, tanto la fachada principal como los dos campanarios no se han derrumbado.
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